A VECES HAY DOS SIN TRES

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Al contrario de lo sucedido en su etapa en las extintas categorías de 125 y 250 centímetros cúbicos, la carrera de Dani Pedrosa en Moto GP hasta su reciente retirada, está inevitablemente marcada por la no consecución del título.

En ese sentido, su carrera en Moto GP tiene dos etapas perfectamente diferenciadas. La primera, desde 2007 hasta 2012 como piloto número uno y motos de 800 cc, y la segunda desde 2013 hasta su retirada, con Márquez como primer piloto, que además pasa a desarrollar la RCV de 1000 cc.  Pero es precisamente en 2013, con la incorporación de Marc, un fenómeno de tal calibre que logra que se cambien las normas para que pueda debutar en Moto GP sin cumplir la edad reglamentaria, se esfuman las posibilidades de Pedrosa de ser campeón, por tanto es en la primera etapa donde tiene la oportunidad de serlo y donde logra sus tres subcampeonatos que, a la postre, se convierten en sus mayores éxitos en Moto GP.  

El primero lo consigue en 2007, con 242 puntos, 18 carreras disputadas, 2 victorias, 8 podios. Pero es un subcampeonato engañoso, a más de 100 p de Stoner que arrasa con la Ducati. Al año siguiente, las lesiones, junto con la debacle de los Michelín, le condenan al tercer puesto. El segundo, temporada 2010, con 245 puntos, 15 carreras disputadas, 4 victorias, 9 podios. Este si es un buen subcampeonato, optando al título a falta de cinco carreras, perdiendo sus opciones por caída en Japón por fallo mecánico.  Aspirante claro al título el año siguiente, sus aspiraciones se van nuevamente al traste por caída y grave lesión en Francias, terminando cuarto. El tercer subcampeonato, en 2012, con 332 puntos, tras 18 carreras disputadas, 7 victorias, 15 podios. Otro brillante subcampeonato, en un año marcado por el regreso de los motores de 1000 centímetros cúbicos. Nuevamente apirante al título para el año siguiente, 2013, pero el fenómeno Márquez se cruza en su camino.

Para hacernos una idea del nivel de Dani, mencionar que los dos únicos pilotos que le han discutido la condición de primer piloto del Repsol Honda, ambos auténticos fenómenos, son por un lado el efímero Stoner, del que no sabemos donde hubiera llegado de no haberse retirado sorpresivamente en 2012 tras ganar su segundo Mundial en 2011, y por otro lado el fenómeno Márquez, que esperamos seguir disfrutando muchos años. Su sensibilidad como probador puede explicar, aunque sea en parte, su dilatada permanencia en el Repsol Honda, dado el nivel de exigencia en un equipo ganador.

INFOGRAFÍA DE M.CREUS PARA SPORT

Se retira Dani Pedrosa, y se retira con un palmarés envidiable, tres títulos en las extintas categorías de 125 y 250 cc, 153 podios, 54 victorias, siendo séptimo en el ranking y con 31 de ellas en Moto GP,  49 poles, 64 vueltas rápidas y 295 carreras disputadas, siendo el tercer piloto con más carreras disputadas de la historia, sólo por detrás de Capirossi y de Valentino. Tras doce más una temporadas en Moto GP, un bagaje de tres subcampeonatos y tres terceros, es decir, casi la mitad de ellas en el podio final. Menos en una temporada, la de su retiro, en todas terminó siempre entre los cinco primeros. Ahí es nada.

Y se retira un maestro en el arte, indispensable para ganar carreras, de levantar la moto cuanto antes para acelerar utilizando la mayor superficie de goma en contacto con el asfalto, a pesar de la dificultad intrínseca para calentar el neumático por su escaso peso. Haciéndolo además indistintamente, con las 800 y las 1000 cc y tanto con neumáticos Michelin como Bridgestone.

Pero tiene Pedrosa un rictus de tristeza en la cara, como Alberto Puig, el de los campeones truncados por las lesiones. En el caso de Dani, sólo en 2014 y 2017 se libró de ellas, de doce más una temporadas en Moto GP. Un dato tremendo que nos habla del perjuicio que han causado en su carrera, pues la mayoría se producen en momentos claves, arruinando pretemporadas e interrumpiendo constantemente el trabajo de evolución en la RCV. Y que decir cuando pasaban en momentos claves en los que se estaba jugando el título. Y no es que Pedrosa fuera propenso a las caídas, es que cuando se caía, se hacía daño de verdad. Ese daño, traducido a días perdidos entre hospitales y recuperación, es un lastre que ha impedido la consecución de mayores gestas, especialmente el ansiado título en Moto GP.

El Mundial le ha dejado a deber un título de Moto GP a Pedrosa. Y no será por esfuerzo y sufrimiento, porque talento le sobra. Le ha faltado el único componente que no se puede prever ni entrenar, la suerte.